Un proyecto cofinanciado por la UE transformó una central hidroeléctrica en un sistema reversible, que permite aprovechar su capacidad energética, con lo que se garantiza una mayor disponibilidad de agua. Gracias a este proyecto, el uso de energías renovables en la isla alcanza ya el 33 %.
Hay un pequeño territorio de Portugal en el océano Atlántico: Madeira, un archipiélago volcánico a 660 km de las costas africanas.
Este trozo de tierra se caracteriza por tener una geografía muy accidentada, por lo que una de las preguntas, respecto al desarrollo de la zona, es ¿cómo garantizan el suministro de agua y electricidad en esta isla?
Optimización en el uso del agua y la energía
Con el cambio climático mundial como telón de fondo, un proyecto europeo ha optimizado la central hidroeléctrica de Socorridos para suministrar electricidad y agua, durante todo el año.
"Con la estación de bombeo, ahora tenemos más recursos hídricos; acumulamos el agua arriba, en la cima de la montaña, y la acumulamos aquí, en un nivel más bajo, para luego poder bombearla y perder la menor cantidad de agua posible", explica Antonio Manuel Pontes Leça, director de producción de energía de la Empresa de Electricidade da Madeira (EEM).
Desde la antigüedad se comprendió la necesidad de transportar agua del norte montañoso, al sur más seco mediante "levadas".
Algunas de estas canalizaciones de piedra datan del siglo XV. Madeira tiene 2.000 km de levadas. El agua se canaliza hacia las entrañas de la montaña.
"Construimos un túnel de 5,4 kilómetros para traer el agua y almacenarla aguas arriba de nuestra central hidroeléctrica, que ya existía antes de este proyecto",cuenta Beatriz Rodrigues Jardim, Directora de Calidad, Medio Ambiente y Seguridad, EEM.
"También tuvimos que excavar túneles en la montaña, lo que supuso un gran reto de construcción", agrega.
La energía eólica: protagonista en la isla
Gracias a este proyecto, el uso de energías renovables en la isla alcanza ya el 33 %. La energía eólica se utiliza para enviar el agua almacenada en la central eléctrica a este embalse de la colina, en caso de necesitarlo; por ejemplo cuando se llega a altos picos de consumo.
Esta es una estación de tratamiento de agua para el consumo humano y la agricultura, pero también tiene un tercer uso.
"Aquí tenemos un volumen de agua que se transfiere durante la noche a tierras más altas y luego se pasa por turbinas, durante el día. Digamos que es un volumen estratégico que se utiliza para lograr esta reversibilidad de la producción de energía", cuenta Nuno Jorge Pereira, director de Producción de Agua, de Águas e Resíduos da Madeira (ARM).
Optimización gracias a la planta de Socorridos
El coste total de este proyecto es de 34,7 millones de euros, de los cuales 17,3 millones han sido cofinanciados por la política de cohesión europea.
El sur de la isla es la zona más seca y, por tanto, la más crítica. En este lugar Francisco vive con su plantación de plátanos. Desde que se optimizó la planta de Socorridos, trabaja más tranquilo, incluso cuando hay sequía.
"Cultivo 18 toneladas de plátanos, y el riego es de 4 horas y media de agua, cada 11 días. Antes era un trabajo duro, pero ahora las cosas han mejorado mucho. El agua entra por los túneles y llega a la esquina de la plantación más rápido y mejor", cuenta Francisco Gonçalves Faria, agricultor.
Este proyecto está considerado como uno de los mejores proyectos cofinanciados por Europa, en los últimos 15 años, según los premios Regiostars.