La mano de Santa Teresa y el guantelete que usa Thanos como arma son increíblemente similares. ¿Pero cuál es la historia detrás de la reliquia? ¿Cuál es su conexión con Franco? ¿Se inspiraron los guionistas en ella para crear el arma?
Dicen que el arte imita a la vida y este caso es uno de los que se podría alegar como ejemplo. En 1991, el guionista Jim Starlin y los dibujantes George Pérez y Ron Lim decidieron dotar a uno de los personajes de Starlin (Thanos, 'el titán loco') con un arma que fuera capaz de poner en brete a superhéroes de la talla de Iron Man, Adam Warlock o Hulk. El Guantelete del Infinito.
La historia, publicada en seis tomos, sirvió de inspiración para que los hermanos Russo llevaran a la gran pantalla 'Avengers: Endgame' ('Los Vengadores'), la historia con ciertas licencias visuales que dio cierre a una de las fases (como se conoce a una serie de películas que cuentan un arco argumental) más prolíficas y recordadas por los fans. Pero... ¿Pudieron Starlin, Pérez y Lim inspirarse en la mano incorruptible de una de las santas más famosas de la cultura católica española?
Ahora el cuerpo momificado de Santa Teresa de Jesús ha vuelto a ser mostrado al público. La última vez que su sepulcro se abrió fue hace 110 años, en 1914, y ahora, en una ocasión considerada histórica, se puede volver a contemplar en la localidad salmantina de Alba de Tormes. Esta es la tercera vez que se podrá observar directamente el cuerpo de Santa Teresa. Pero la reliquia es otro cantar, ya que no estará junto al cuerpo. Pero vayamos por partes y por gemas cual 'titán loco'.
El origen de todo (la gema del alma)
Santa Teresa de Jesús nació en Ávila en 1515 y es una de las figuras más destacadas del catolicismo español. Ingresó en la orden de las Carmelitas y fue ahí donde comenzó a tener visiones que acabaron por marcar y guiar su vida. Tras su muerte en 1582, su cuerpo fue exhumado diez meses después con una sorpresa: se encontraba incorruptible (es decir, intacto).
El padre Jerónimo Gracián decidió que lo mejor era cortarle la mano para poder preservarla y se aseguró de convertirla en una reliquia, un objeto muy codiciado en la época y que llenaban las ciudades por su misticismo. La extremidad fue introducida en un guante de plata dorado con piedras preciosas. Tras esto, fue enviada a las Carmelitas de Lisboa, que tuvieron que devolverla a sus hermanas de Ronda (Málaga) por las tensiones que vivía Portugal a principios del siglo XX. Pero duraría poco en manos republicanas y se lo quedaría Franco.
España, la Guerra Civil y Franco (la gema de la realidad)
Y ahora, ¿qué tiene que ver el dictador en todo esto? Pues más de lo que parece. Tras pasar un tiempo en la ciudad malagueña, estalla la Guerra Civil y Ronda cae en manos del bando republicano. A pesar de que las religiosas pudieron salvarse, les fue confiscado el relicario como en 'Endgame', solo que aquí no existe el villano Thanos. La toma de Málaga por parte del bando sublevado también acaba con la mano de la santa en mano de, a la postre, el bando ganador de la contienda.
Semanas después, la mano inicia un tour y su gira acaba en la ciudad de Valladolid, donde es expuesta en una exhibición magna con otros objetos religiosos, relicarios y demás parafernalia católica que se logra recuperar de las manos republicanas, siendo salvadas de la destrucción. Y Franco se encandila de ella.
Franco gana la guerra en el cumpleaños de la Santa (la gema de la mente)
El dictador obtuvo el poder de la reliquia de Santa Teresa tras la conquista de Málaga. Desde entonces y tal y como apuntan varios historiadores, "no se separaba de ella e incluso se la llevaba de viaje". Según avanzaba el Ejército comandado por Franco, las victorias se multiplicaban como si una fuerza superior también estuviese del lado sublevado.
Solo quedaba la toma de una ciudad, la joya republicana: Madrid. La ciudad resistió los envites de los sublevados y como si de un poder taumatúrgico se tratase, la capital de España cayó presa del dictador Francisco Franco en el cumpleaños de Santa Teresa, el 28 de marzo de 1939. ¿Casualidad? Nunca lo sabremos, pero lo que sí ha quedado documentado es que en más de una ocasión Franco afirmó que Santa Teresa se le apareció varias veces en sueños, como la virgen de Covadonga.
Franco se queda la reliquia en su mesilla de noche (la gema del espacio)
Como el que tiene una lámpara y un libro de cabecera, Franco tenía una luz de noche... y la mano incorruptible de Santa Teresa. El dictador consiguió una autorización eclesiástica para conservarlo en la capilla de su residencia, el Palacio del Pardo, donde estuvo como objeto de devoción por parte de Franco. Y parece ser que le gustó aquello de coleccionar reliquias y comenzó a creer en una fuerza sobrenatural que rodeaba a estos objetos.
En más de una ocasión las reliquias desfilaron bajo palio (una demostración que se hace con jefes de Estado, emperadores o reyes) y llegó a tener también bajo su techo la espada de Fernando III de Castilla. Tal era su vinculación con estos objetos que quiso crear a finales de los años 50 un gran relicario en el Valle de los Caídos con la citada mano y el apóstol Santiago, pero finalmente no se realizó. Desde la orden se pidió en repetidas ocasiones que le devolviesen la mano, pero Franco hizo oídos sordos... hasta su muerte.
Carmen Polo la devuelve (la gema del poder)
Pocas semanas después de la muerte del dictador, el 20 de noviembre de 1975, y unos días antes de que se cumpliese un mes, la pieza fue restituida a las monjas del Carmelo de Ronda. Carmen Polo de Franco, esposa del dictador, le dio la mano (de manera literal y figurada) al cardenal Gonzáles Martín. Éste, a su vez, se lo dio a Ramón Buxarrais, obispo de Málaga, y éste la acercó al convento de Madres Carmelitas Descalzas de Ronda.
Así se cerró un círculo casi de aura divina que comenzó con la muerte de Santa Teresa en Alba de Tormes y acabó con su mano volviendo a la orden que ella misma fundó. Y con esto llegamos hasta los años 90, cuando se publicó el cómic y en 2019 cuando se hizo la adaptación cinematográfica en las que más de un fanático religioso y de Marvel vio una similitud difícil de obviar una vez se lo cuentan.
La comparación es más que obvia (la gema del tiempo)
El parecido entre la mano y el objeto que usa el villano Thanos en sus historias es, cuanto menos, innegable. Desde los huecos, pasando por los colores o el espacio que ocupan. Por desgracia para todos, ninguno de los implicados ha confirmado la inspiración. El tema vuelve a resurgir, como ya hemos dicho al principio, por la exposición de nuevo del cuerpo de Santa Teresa, pero si desean apreciar el guantelete del infinito original, tendrán que visitar la preciosa ciudad malagueña de Ronda, a una hora y media de Málaga.
Al final, tanto el Guantelete del Infinito como la mano incorrupta de Santa Teresa nos recuerdan algo: los humanos tenemos una obsesión por canalizar lo inmenso en algo tangible. Ya sea un guante que controla el universo o una mano que simboliza la santidad, ambos objetos nos muestran que el poder (sea cósmico o divino) cabe en la palma de una mano. Y aunque nadie puede afirmar que Thanos se inspirara en Santa Teresa, no deja de ser divertido imaginarlo. Quizás la próxima vez que visite Ronda y mire el relicario, piense: ¿Es esta la verdadera gema del alma?