LA Almazara: Philippe Starck diseña su surrealista almazara en el corazón de Andalucía

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Este artículo incluye una reseña de LA Almazara, seguida de una entrevista con el diseñador y arquitecto francés Phillip Starck.

En medio de una frondosa y verde finca de olivos del sur de España se alza lo que parece ser un gigantesco cubo rojo. LA Almazara, y no, no es una errata, con esas mayúsculas, tal cual.

Es una almazara diseñada por Philippe Starck en las afueras de Ronda, una ciudad andaluza famosa por su espectacular paisaje de acantilados. Acérquese un poco más y descubrirá que es mucho más que una almazara funcional: fiel al estilo Starck, es una obra de arte. Cada centímetro es simbólico.

Empiece por el cuerno gigante que sobresale de un lateral, en homenaje a la tradición taurina de esta parte de España. En otro lado amurallado emerge un semicírculo. Representa las aceitunas, el alma de esta almazara. Un enorme ojo fenicio se asoma desde un tercer muro para contemplar la finca de 26 hectáreas que produce 60.000 litros de aceite de oliva al año.

Cómo es LA Almazara por dentro

Al entrar, en lugar de un escaparate bien iluminado, todo es penumbra. La intención es que los visitantes presten atención a todo lo que hay dentro. Así, tenemos un toro diminuto -una vez más, ese homenaje a la cultura del sur de España-, a pesar de que Starck es un firme defensor de los derechos de los animales.

Los visitantes también pueden disfrutar de lo que se anuncia como el único museo del mundo dedicado al aceite de oliva. ¿Sabía, por ejemplo, que el clásico coche Citroën DS se engrasaba con el "oro verde" en lugar del aceite tradicional? ¿O que los británicos importaron aceite de oliva cuando fabricaron el malogrado transatlántico Titanic en 1912, para satisfacer los refinados gustos de sus pasajeros en su fatídico primer viaje?

Mientras paseamos, un grupo de visitantes llega para maravillarse con la arquitectura y también absorber la historia del aceite de oliva. Aunque resulte sorprendente, dada su importancia en la cocina de gran parte del mundo, sólo representa el 1,28% de toda la producción de aceite comestible: el aceite de palma representa el 32,28%, seguido del aceite de soja (22,37%) y el aceite de canola (11,14%).

Llama la atención la magnitud del lugar. Está diseñado para simbolizar la inmensidad de Andalucía, la mayor región de España. En el interior del edificio principal hay otro enorme cuerno y una enorme espada que simbolizan el estoque, el arma que utiliza un matador para despachar a los toros.

En una pared cuelga un enorme retrato de Abbas Ibn Firnas, un inventor del siglo IX que vivió en Ronda cuando los árabes dominaban gran parte del país. Se le atribuye la invención de una nave voladora mucho antes que Leonardo da Vinci. Una maqueta de su creación cuelga junto a su retrato, perfectamente iluminado para que pueda verse su rostro.

Un enorme tubo metálico va desde el retrato del inventor hasta un nivel inferior donde, simbólicamente, vacía las aceitunas en un enorme embudo que alimenta el auténtico molino subterráneo. Hay un bar que da a una terraza para comer. Está sostenida por enormes cadenas. Desde la terraza se ven los campos verdes que albergan los olivos. Es fácil entender por qué LA Almazara es popular entre los cineastas. Robin Wright, de House of Cards, vino a rodar desde la terraza.

Debajo de LA Almazara hay una almazara de última generación donde los visitantes pueden ver cómo se elabora el aceite. Una serie de máquinas machacan los huesos, purifican el aceite y finalmente lo dejan para embotellar. A diferencia del vino, que tiene que permanecer en barricas durante años, el aceite de oliva está listo para su uso una vez finalizado este proceso de refinado.

Encima de LA Almazara, se encuentra el Invernadero, donde los grupos de visitantes pueden disfrutar de una degustación del aceite. Es un proceso inusual en el que se lleva el aceite a la boca, se bate y finalmente se traga, pero antes de llevárselo a los labios hay que oler el líquido. Los aceites más fuertes tienen un aroma más intenso cuando se colocan en un vaso junto al pecho. Si alguno deja regusto, no es tan suave.

Para los que realmente quieran disfrutar de la experiencia, hay un Cortijo -una casa de campo- que se encuentra a un corto paseo de LA Almazara. Esta lujosa casa de campo de cinco dormitorios cuenta con bañeras diseñadas por Starck y sillas, una vez más, al estilo de los cuernos de toro. La chimenea, rodeada de llamas, da al lugar un ambiente acogedor, al igual que la idiosincrásica biblioteca. Hay libros sobre temas tan variados como la historia del toreo y clásicos de la literatura española.

Naturalmente, no es barato: las habitaciones cuestan unos 2.500 euros por noche, pero se puede contemplar el exuberante verdor de los olivos de los alrededores. Hay un televisor enorme, pero es para las fiestas de fin de semana. LA Almazara tiene previsto abrir un hotel en el futuro.

Al igual que el enoturismo en el pasado, en una época en la que cada vez más gente deja de beber alcohol, la cata de aceite de oliva es muy popular. Me topé con un grupo de mujeres británicas de mediana edad que dijeron que el gimnasio era el motivo para intentar este viaje.

Philippe Starck: En sus propias palabras

'Euronews Cultura': ¿Cuál fue su inspiración para LA Almazara?

Philippe Starck: LA Almazara de Ronda es un lugar muy especial que ha tardado más de 15 años en ponerse en marcha. Sin embargo, la historia de fondo es sencilla y refleja quién soy y cómo trabajo. LA Almazara gira en torno al funcionalismo poético, utilizando el lenguaje surrealista como vehículo universal de comunicación.

Surrealismo por Andalucía y por el propio pueblo de Ronda. Andalucía es un desierto con una vibración muy fuerte, hogar de uno de los pueblos más bellos del mundo. Ronda es uno de ellos. Me encanta este pequeño y encantador lugar. No puedo mirarlo sin imaginarme que un día, Dios estaba de mal humor; de repente, enfadado, cogió una espada y partió el pueblo en dos, convirtiendo Ronda en un pueblo normal con un acantilado extraordinario en el centro.

El funcionalismo ha sido otra clave, desde el origen del proyecto. En los últimos 50 años, he promovido los alimentos ecológicos, empezando por OAO, la primera empresa moderna de alimentos ecológicos que creé en 1996. Unos años más tarde, en 2003, con mi difunto y querido amigo Perico (Pedro Gómez de Baeza), colaboramos para crear un aceite de oliva ecológico único, de origen andaluz, llamado LA Organic. Desde entonces ha ganado muchos premios, entre ellos el de "Mejor AOVE Ecológico del Mundo". Se sigue produciendo en Ronda, y ahora en LA Almazara. Cuando tienes el honor de alimentar a la gente, tienes el deber de asegurarte de que sea lo más honesto y sano posible. Por eso siempre me he sentido muy orgulloso de producir aceite de oliva.

Sobre todo porque es un proceso muy delicado. Desde que se recogen las aceitunas hasta que llegan al molino, el tiempo debe ser mínimo. Una vez prensadas las aceitunas, el aceite debe almacenarse en un lugar fresco y oscuro. La temperatura debe estabilizarse. Con todos estos parámetros en mente, he creado esta máquina maravillosamente eficiente que es LA Almazara. Las aceitunas recolectadas entran en el edificio a través de un gran tubo. En pocos segundos, se recogen en el depósito central y puede comenzar el proceso de molturación. Todo se hace con la máxima eficacia y precisión, en menos de un minuto.

Supuestamente usted está a favor de los derechos de los animales, así que ¿por qué el cuerno de toro y un estoque que es la espada que se utiliza para matar al toro?

LA Almazara es un lugar hecho de símbolos que reflejan la pasión y la cultura de Andalucía y sus habitantes. El edificio es un cubo monolítico rojo, como caído del espacio. Con un cuerno de toro gigante en una fachada y un enorme ojo humeante en otra. Es como la caja de Pandora andaluza. Y me gusta ese misterio de no saber qué encontrarás dentro. Todos los sueños se hacen posibles.

La tauromaquia está representada en LA Almazara. ¿Cuál es su opinión al respecto?

Estoy totalmente en contra de la tauromaquia, ya que es una lucha injusta entre el animal y el hombre, y el animal nunca gana. Sin embargo, la gente de Andalucía vive para ello, y no se puede negar que existe.

¿Puede explicarnos algo más sobre la simbología de LA Almazara ?

Además de los símbolos de la fachada, cuando entras en el edificio, los contrastes son sorprendentes. El edificio es oscuro y fresco, para respetar y preservar el delicado proceso de producción del aceite de oliva.

Da la impresión de entrar en una catedral, en una cripta. En el interior, las sombras encierran símbolos fuertes, como una media aceituna monumental incrustada en la pared de acero en la que en un principio había pensado poner una llama permanente, como una especie de espíritu santo; una tubería metálica que entra en el edificio sin salir nunca. El agua fluye. Una chimenea monumental da la bienvenida al fuego.

Hay una figura enorme, sin cabeza, que no sabemos quién es. Un avión hecho de retales, uno de los primeros de la historia en volar, cuelga sobre la sala monumental. Una espada de torear gigante y un retrato igualmente desproporcionado de su inventor, un matador de Ronda (Abbas Ibn Firnas, inventor rondeño del siglo IX), se elevan sobre nosotros.

Señor Starck, ¿cómo se describiría a sí mismo?

Como me diagnosticaron neurodivergencia, estoy en lo que se llama el espectro. No puedo vivir en este mundo tal y como existe para la mayoría de la gente, así que vivo en los éteres, vivo en otra parte.

LA Almazara es quizá el proyecto que más refleja este otro lugar mío. Así es mi vida. Todo es fuera de lo común, fuera de escala, radical, surrealista. LA Almazara es una puerta que he abierto sobre cómo puede ser un cerebro humano.

¿Cuál fue la reacción ante LA Almazara?

LA Almazara es un servicio a la comunidad, a la humanidad, que honra y protege el aceite de oliva. Cuando lo descubres, es como una gran "bofetada en la cara", que te despierta y te conmueve. Cuando trabajo en un proyecto, quiero que la gente salga más inspirada, más creativa. He visto a gente que entraba y se ponía a llorar, rebosante de emoción. Creo que estas reacciones demuestran que he cumplido mi misión.

En 1996, usted creó con La Redoute el catálogo Good Goods, que propone 170 objetos de vida sostenible "para el futuro mercado moral". ¿Qué inspiró la idea?

Good Goods, que creé con La Redoute, era un catálogo de venta por correspondencia de "no productos para no consumidores del futuro mercado moral", que incluía sólo productos responsables, ecológicos, honestos y mínimos. Hoy en día la gente está más concienciada y comprometida con la emergencia ecológica. Pero en aquel entonces, Good Goods era algo único, quizá demasiado pronto para esta época. Estoy orgulloso de ello; orgulloso de haber trabajado duro para ayudar y servir a mi comunidad, para que juntos miremos un poco más alto y un poco más lejos.

¿Cuál le gustaría que fuera su legado?

Trabajo día y noche para intentar comprender todo lo que puedo, cómo será el futuro, qué será bueno y qué será malo. Intento ser una luz en la niebla, un piloto. Como vivo un poco fuera de este mundo, tengo una visión de lo que puede pasar y quiero concienciar, hacer reaccionar a la gente. A mi pequeña y humilde manera, propongo soluciones y alternativas, como cuando empecé a luchar por un diseño democrático y una arquitectura democrática. Tenemos que conseguir poner un techo sobre la cabeza de todos, y eso sólo ocurrirá si reinventamos la construcción arquitectónica tradicional, industrializando el desarrollo y la producción de la misma manera que se construyen los coches. Mi lema hoy es: ''una casa por el precio de un coche''.