Las torrijas son ampliamente conocidas en España, pero ¿sabías que también existen en Alemania, América y Asia? Hacemos un repaso de los lugares donde podrá disfrutar de este delicioso dulce.
En un reportaje anterior les contábamos el origen de las torrijas, el dulce por antonomasia de la Semana Santa. Este delicioso pan, cuyos inicios se remontan a la Edad Media, se popularizó los días de Semana Santa en los que las personas no comían carne como penitencia, para suplir esa falta de nutrientes comían las torrijas.
Variantes internacionales: las 'primas' de las torrijas en el mundo
El concepto fundamental de la torrija -pan empapado, rebozado y frito- existe en numerosas culturas bajo diferentes nombres y con variaciones propias y vamos a hacer hincapié en las distintas elaboraciones en América Latina también:
Europa
- 'French toast' (Francia): conocido como 'pain perdu' (pan perdido), refleja perfectamente la filosofía de aprovechar el pan duro. Se suele servir en el desayuno con sirope de arce, frutas o azúcar glas.
- 'Arme Ritter' (Alemania): literalmente "caballeros pobres", sugiriendo su origen humilde. Puede ser dulce o salada.
- 'Rabanadas' (Portugal): muy similares a las torrijas españolas, son especialmente populares en Navidad.
- 'Bundáskenyér' (Hungría): versión generalmente salada que puede incluir ajo y queso.
América
Países centroamericanos
En los países centroamericanos se las conoce como "torreja". La preparación básica consiste en pan rebozado en huevo y frito en mantequilla, que luego es bañado en a (azúcar no refinada). Lo interesante de estas preparaciones es cómo se integran en diferentes celebraciones según la región: en algunos lugares son tradicionales durante la Semana Santa, mientras que en otros son típicas de la Navidad.
- El Salvador: una característica distintiva es que las torrejas salvadoreñas se acompañan con "chilate", una bebida tradicional elaborada con maíz, jengibre, pimienta gorda y canela, creando una combinación de sabores que equilibra el dulzor de la torreja.
- Costa Rica: las torrejas costarricenses presentan una variante interesante, pues además de la preparación básica, existe la opción de mojarlas previamente en leche antes del rebozado. Tras la fritura, pueden consumirse con diversos acompañamientos como miel, canela o simplemente espolvoreadas con azúcar.
Argentina y Uruguay
En el Río de la Plata, la receta mantiene la esencia mediterránea pero con toques propios. El pan se moja en leche aromatizada con ralladura de limón y/o extracto de vainilla, aportando notas cítricas y dulces que caracterizan la gastronomía de la región. Después se pasa por huevo batido y se fríe en aceite hasta obtener ese característico dorado exterior.
La presentación final ite dos variantes principales: la más sencilla consiste en espolvorearlas con una mezcla de azúcar y canela, mientras que la más elaborada las baña en almíbar o miel, aportando una textura más jugosa y un dulzor más intenso.
Brasil
En Brasil se mantiene una conexión directa con la herencia portuguesa, llamándolas 'rabanadas'. La preparación es muy similar a la torrija española tradicional, lo que evidencia cómo las tradiciones culinarias ibéricas se mantuvieron casi intactas en algunas de sus colonias americanas. Las rabanadas brasileñas son especialmente populares durante la época navideña, formando parte importante del patrimonio gastronómico festivo del país.
Chile, Colombia, Ecuador, partes de México y Perú
En estos países, el postre ha adquirido el nombre de 'tostada sa', posiblemente por influencia norteamericana. Sin embargo, su preparación mantiene características propias que la diferencian del french toast estadounidense.
Una particularidad interesante es que se preparan con un pan dulce especial al que se le quita la corteza. La técnica incluye hacer un hueco en el pan y mezclar ese migajón extraído con crema de leche, creando una preparación más elaborada. Luego se reboza con huevo, se fríe y finalmente se rehoga en una miel preparada con a o piloncillo hervido con especias como canela y clavo de olor.
En Chile tienen un nombre especialmente evocador: 'caballeros pobres', que recuerda al "'rme ritter' alemán y hace referencia a sus orígenes humildes como forma de aprovechar el pan duro.
En el sur de México, particularmente en el istmo de Tehuantepec, reciben el nombre de 'estorrejas' y son típicas de la temporada navideña. La receta local utiliza un pan tradicional de la región llamado 'bollo', que se combina con huevo, canela, agua y piloncillo. Un detalle distintivo es que suelen endulzarse con miel de maguey, una planta endémica que aporta un sabor característico.
Cuba
En Cuba, las torrijas se consideran un postre tradicional y su preparación es prácticamente idéntica a la española, mostrando la fuerte influencia colonial que persiste en la gastronomía de la isla. El acompañamiento habitual es el almíbar, aunque en ocasiones especiales y celebraciones se elevan a un nivel más sofisticado cubriéndolas con crema pastelera, lo que las convierte en un postre más elaborado y festivo.
Estados Unidos
En Estados Unidos son ampliamente conocidas como 'french toast' (tostadas sas). Un dato curioso es su popularidad en los vagones comedor de los trenes durante la primera mitad del siglo XX, donde se convirtieron en un plato emblemático del desayuno americano. La compañía ferroviaria Santa Fe era especialmente reconocida por la calidad de sus tostadas sas, contribuyendo a popularizar este plato a lo largo de sus rutas por todo el país.
República Dominicana
En la República Dominicana, la receta es muy similar a la española, aunque también se le suele llamar 'tostada sa' por influencia norteamericana. Un detalle peculiar de la gastronomía dominicana es que el término 'torreja' a veces se utiliza para referirse a la berenjena frita rebozada, lo que muestra cómo los términos culinarios pueden evolucionar y aplicarse a diferentes preparaciones.
Venezuela
La evolución del concepto en Venezuela es particularmente interesante. Antiguamente se las conocía como 'tacones', aunque este término ha caído en desuso. Lo más llamativo es que actualmente en Venezuela, las 'torrejas' son algo completamente diferente: discos de masa de harina de trigo que se fríen, muy similares a las sopaipillas chilenas, y que se espolvorean con azúcar granulada. Esta evolución muestra cómo un mismo término puede dar lugar a preparaciones distintas según la región y sus influencias gastronómicas.
Asia
'Pain perdu japonés': una adaptación moderna que utiliza pan de leche japonés ('shokupan') y que ha ganado popularidad en cafeterías de estilo occidental en Japón.
'Bombay toast' (India): versión especiada que puede incluir cardamomo, azafrán y pistachos.
África del Norte
- 'Maakouda' (Marruecos): aunque generalmente se elabora con patata, existe una variante con pan que recuerda a las torrijas.
Las torrijas en la actualidad: tradición e innovación
En el siglo XXI, las torrijas viven un renacimiento gastronómico, con dos tendencias principales:
- Recuperación de lo tradicional: Muchos establecimientos y hogares buscan rescatar recetas antiguas, utilizando panes artesanales y técnicas tradicionales para conectar con la autenticidad del plato.
- Innovación creativa: Paralelamente, chefs de vanguardia experimentan con nuevos formatos y sabores, desde torrijas de té matcha hasta versiones con aires moleculares o fermentaciones.
Las torrijas también han superado su estacionalidad tradicional para convertirse en un postre presente en cartas de restaurantes durante todo el año, y han inspirado otros productos como helados, bombones o licores con sabor a torrija.
Las torrijas representan un maravilloso ejemplo de cómo un plato sencillo, nacido de la necesidad de aprovechar recursos, puede evolucionar hasta convertirse en un símbolo cultural y gastronómico. Desde las antiguas cocinas romanas hasta los modernos restaurantes con estrellas Michelin, la torrija ha demostrado una extraordinaria capacidad de adaptación y reinvención, manteniendo siempre su esencia: transformar lo viejo en algo nuevo, lo simple en algo especial.