Ucrania y Rusia habían acordado intercambiar 1.000 prisioneros de guerra durante sus conversaciones celebradas en Estambul el 16 de mayo.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha confirmado que el intercambio de una primera remesa de presos entre Rusia y Ucrania, pactada en Estambul durante la semana pasada, ha comenzado. "Estamos trayendo a nuestra gente a casa. La primera parte del acuerdo de intercambio 1.000 por 1.000 se ha llevado a cabo. Hoy ya tenemos a 390 personas. Esperamos que el intercambio continúe el sábado y el domingo", ha declarado.
La reunión turca supuso la primera ocasión en la que ambas partes se reunían presencialmente desde las primeras semanas tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia a principios de 2022. "Estoy agradecido a todos los que están ayudando, que están trabajando 24 horas al día, siete días a la semana para garantizar que los ucranianos regresen a casa. Es muy importante que vuelvan todos los que están en cautividad. Estamos comprobando cada nombre e información", ha añadido Zelenski.
A primera hora de este viernes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido el primero en anunciar el intercambio en un post en Truth, su red social, asegurando de forma inexacta que este ya había sido completado. "Acaba de completarse un importante intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania", ha escrito Trump. "Felicidades a ambas partes por esta negociación", ha añadido.
Sin avances diplomáticos entre las partes beligerantes
Las conversaciones de la semana pasada en la metrópolis turca duraron solo dos horas y no supusieron ningún avance significativo en los esfuerzos diplomáticos internacionales para detener la guerra total de Rusia o lograr un alto el fuego. Al término de las conversaciones, el ministro turco de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, calificó el canje de prisioneros como una "forma de fomentar la confianza", asegurando que las partes habían acordado en principio volver a reunirse.
Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que aún no se ha llegado a un acuerdo sobre el lugar de la próxima ronda de conversaciones. Los líderes europeos han acusado al presidente ruso, Vladímir Putin, de dar largas a los esfuerzos de paz mientras trata de seguir adelante con la guerra y capturar más territorio ucraniano.
La reunión de Estambul puso de manifiesto que ambas partes siguen claramente alejadas en cuanto a las condiciones clave. Una de esas premisas para Ucrania, respaldada por sus aliados occidentales, es un alto el fuego temporal como primer paso hacia un acuerdo pacífico. El Kremlin se ha opuesto: Putin ha declarado que cualquier tregua debe ir acompañada de una congelación de los suministros de armas occidentales a Ucrania y del fin de la campaña bélica de este país.
Un alto funcionario ucraniano declaró que, en Estambul, Rusia había introducido nuevas "exigencias inaceptables", como la retirada de las fuerzas ucranianas de partes significativas del territorio invadido. Putin lleva tiempo reclamando que Ucrania retire sus tropas de cuatro regiones que Rusia se anexionó unilateralmente en septiembre de 2022, pero que nunca llegó a ocupar por completo, como condición clave para un acuerdo de paz. La anexión ha sido internacionalmente condenada como ilegal. Zelenski ha advertido de que si Rusia sigue rechazando un alto el fuego y planteando "exigencias poco realistas", continuará con el conflicto en curso.