Harry afirmó que la batalla legal con su padre, Carlos III, provocó un corte en la comunicación entre ambas partes. El príncipe ha expresado querer buscar una reconciliación.
Tras perder una batalla legal el viernes sobre su protección de seguridad financiada con fondos públicos, el príncipe Harry dijo que quiere hacer las paces con su familia. "No me habla por este asunto de la seguridad", declaró Harry a la cadena británica 'BBC' en una entrevista emitida horas después del veredicto judicial. Y fue más allá: "Me encantaría reconciliarme con mi familia. No tiene sentido seguir luchando". "No sé cuánto tiempo más le queda a mi padre", añadió.
El duque de Sussex se mostró triste por haber perdido el caso que había provocado roces con su padre, el rey Carlos III, de 76 años. El monarca británico está en tratamiento por un cáncer no revelado. Desde su diagnóstico a principios del año pasado, Harry ha tenido un breve encuentro con él.
Alejado de su familia desde que partió del Reino Unido junto a su esposa, Meghan Markle, en enero de 2020, Harry dijo que el veredicto judicial del viernes significaba que sería imposible traer a su familia de vuelta al Reino Unido de forma segura.
Harry culpa a los funcionarios del Palacio de Buckingham
Harry culpó a los funcionarios del Palacio de Buckingham tras la pérdida de la apelación para restaurar su protección policial, que fue despojado por un comité del gobierno cuando se alejó de sus deberes reales.
Según el príncipe, su esposa y, más tarde, sus hijos también se vieron afectados por los cambios en su estatus de seguridad en 2020, cuando él y su esposa se trasladaron a Estados Unidos.
Poco después del veredicto del viernes, el Palacio de Buckingham indicó su apoyo a la decisión del Tribunal en un comunicado que no mostraba ningún atisbo de reconciliación a pesar de las declaraciones de Harry. La declaración del Palacio decía que el asunto había sido meticulosamente examinado por los tribunales "con la misma conclusión alcanzada en cada ocasión".
Harry afirma que la decisión de retirarle la seguridad se había tomado bajo la dirección de funcionarios de palacio en un esfuerzo por controlarle a él y a su esposa, a pesar de que ponía en riesgo su seguridad.
"Lo que estoy luchando por perdonar, y lo que probablemente siempre lucharé por perdonar, es la decisión que se tomó en 2020 que me afecta cada día, y que a sabiendas me está poniendo a mí y a mi familia en peligro", dijo Harry.
En 2020, un comité gubernamental decidió que las medidas de seguridad de Harry debían decidirse caso por caso cada vez que visitara el Reino Unido. Para Harry, se trata de una cuestión que puede resolverse. El Rey podría resolver la cuestión de la seguridad quitándose de en medio y dejando que los expertos tomen la decisión, dijo.
Según su abogado, Harry y su esposa, Meghan, duquesa de Sussex, se apartaron de sus funciones oficiales en la familia en 2020 porque no se sentían "protegidos por la institución." Shaheed Fatima KC dijo al juez que la "vida de Harry está en juego".
Pero según un comité del Ministerio del Interior que tomó la decisión, no había "ninguna base para el apoyo de seguridad financiado con fondos públicos para el duque y la duquesa dentro de Gran Bretaña".
El príncipe ha pedido ayuda al primer ministro británico, Keir Starmer, y a la ministra del Interior, Yvette Cooper, para que dirijan una revisión del proceso. "Tanto si sois el Gobierno, como si sois la Casa Real, como si sois mi padre, mi familia, a pesar de todas nuestras diferencias, ¿no queréis simplemente garantizar nuestra seguridad?".