El dirigente, amigo de Moscú, ha presionado a Bruselas para que ejerza más presión sobre Ucrania en relación con el suministro energético ruso.
PUBLICIDADUn avión que transportaba al primer ministro eslovaco, Robert Fico, a una reunión con altos funcionarios de la UE en Bruselas se vio obligado hoy a dar media vuelta, ya que las dificultades de control del tráfico aéreo prácticamente cerraron el espacio aéreo belga.
Skeyes, el proveedor de servicios de control del tráfico aéreo del país, explicó que su sistema informático principal "no funcionaba como era necesario" en torno a las 15:00 CET, según informaron los medios belgas, lo que obligó a desviar masivamente los vuelos de vuelta a otros países con la ayuda del sistema de reserva.
Entre esos vuelos se encontraba un avión eslovaco en el que viajaba Fico, que se dirigía a una reunión programada con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Comisario de Energía, Dan Jørgensen.
Fico, cuya elección a finales de 2023 dio paso a un Gobierno favorable a Moscú, ha criticado duramente la decisión de Ucrania de poner fin al flujo de exportaciones energéticas rusas a Europa. Tras una reunión con Jørgensen en diciembre, reiteró que está dispuesto a utilizar sanciones para presionar a Kiev para que reabra los gasoductos que transportan suministros rusos.
Se quejó de que Eslovaquia iba a perder millones de euros en tasas de tránsito debido a esta política, e incluso ha amenazado con cortar el suministro eléctrico a Ucrania y recortar el apoyo a los refugiados ucranianos por este asunto.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, aliado de Fico, ha dicho a Bruselas que hay que encontrar una solución si quiere dar su consentimiento a la renovación de las sanciones impuestas por la UE a Rusia por su invasión a gran escala de Ucrania, que está a punto de cumplir tres años.