'Euronews' se sienta con la presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño, para hablar de cómo está acelerando el objetivo europeo de compensar las emisiones de carbono para 2050 y de sus esfuerzos para reconstruir Ucrania.
El mayor prestamista multilateral del mundo, el Banco Europeo de Inversiones (BEI), proporciona fondos para proyectos ecológicos pero no para inversiones en combustibles fósiles, financia la reconstrucción de Ucrania y apoya la innovación y la competitividad en Europa. Hablamos con la nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones, la exministra española Nadia Calviño.
Acaba de empezar su mandato de seis años hace unas semanas y ya tiene muchas cosas entre manos. Para empezar, quiero mencionar una prioridad: La reconstrucción de Ucrania. Obviamente, una tarea monumental que requiere un fuerte compromiso europeo. ¿Cómo se financian proyectos que aún pueden quedar destruidos por la guerra?
El banco lleva mucho tiempo trabajando en Ucrania. Y de hecho, desde que empezó la guerra, ya hemos invertido 2000 millones de euros en Ucrania. Es una muy buena noticia que la semana pasada los líderes acordaran reforzar el servicio a Ucrania. Eso también va a dar más garantías y más potencia de fuego al Grupo del Banco Europeo de Inversiones para seguir apoyando a Ucrania ahora e invertir en la reconstrucción una vez que termine la guerra, lo antes posible, espero.
El BEI es también conocido por mucha gente como el Banco verde. Háblenos un poco de los proyectos, los sectores, las cifras. ¿Y siguen entusiasmados los inversores?
Por supuesto. El año pasado invertimos 49 000 millones de euros en la transición ecológica. Así que creo que está muy bien. Y es realmente una buena descripción del banco llamarnos el Banco del clima. Y hemos consolidado nuestra marca y estamos financiando, el ciclo completo. Eso tiene que ver con la transición verde, desde la investigación y el desarrollo y el despliegue de tecnologías disruptivas hasta el refuerzo de la red. También, la descarbonización de la industria pesada, la eficiencia energética, las tecnologías " red cero". Creo que esa es la forma correcta de apoyar la transición.
Los grandes fabricantes de automóviles están retrasando el lanzamiento de nuevos modelos eléctricos, los agricultores protestan contra la normativa medioambiental y aumentan los populistas que ignoran la política climática. ¿Es eso un peligro real para el Pacto Verde?
Estamos en una transición y los cambios son perturbadores e imponen costes. Y por eso el sector público, los políticos, pero también las instituciones públicas como el Grupo del Banco Europeo de Inversiones, tenemos que acompañar a esos sectores. Tenemos que apoyar al sector agrícola para que realice las inversiones necesarias. Necesitamos apoyar a la industria pesada para que haga estos ajustes. Necesitamos que los ciudadanos tengan a tecnologías verdes asequibles. Y es nuestro deber explicar las cosas y acompañar a nuestras economías y sociedades, cerrar la brecha de inversión y asegurarnos de que aprovechamos las oportunidades de estas transiciones gemelas verde y digital.
El informe de inversiones del BEI muestra que las empresas europeas han aumentado sus inversiones en ámbitos como la innovación, la eficiencia energética y la diversificación de la cadena de suministro. Eso es bueno. Sin embargo, el informe también advierte de que existe el riesgo de que la Europa empresarial se divida de cara al futuro. ¿Cuál es el problema?
Está claro que las empresas tienen que pensárselo dos veces antes de acometer algunas de las inversiones necesarias. Hay una incertidumbre muy elevada, una tensión geopolítica que también está limitando el apetito de riesgo de las empresas. Por eso el BEI desempeña un papel importante a la hora de reducir el riesgo de las inversiones. Cuando invertimos en hidrógeno verde o en una fábrica de baterías circulares, realmente estamos haciendo posible este proyecto porque traemos con nosotros a otros inversores públicos, pero también a inversores privados que ven el papel del banco como un elemento muy importante de reducción del riesgo, pero también de análisis técnico. Nosotros avalamos hasta cierto punto que se trata de un proyecto viable. Es un buen proyecto y eso moviliza la inversión privada.
Ha mencionado las tensiones geopolíticas. Mucha gente en Bruselas y en las capitales de la UE teme el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Está usted entre ellos?
2024 es un año importante desde el punto de vista de que miles de millones de ciudadanos de todo el mundo van a acudir a las urnas, van a votar y decidir qué futuro quieren para sus vidas y para sus hijos, incluida la UE. Pronto se celebrarán las elecciones europeas, y todas estas elecciones van a tener sin duda un gran impacto en nuestros destinos. Pero lo más importante es que creo que las elecciones europeas deberían conducir a una fuerte unidad de los europeos y a un sólido compromiso para permanecer juntos y responder juntos, unidos y de forma decidida a los retos que nos rodean. Porque ese ha demostrado ser, a lo largo de la historia, el camino correcto.
Ahora que se ha centrado elegantemente en las elecciones europeas, ¿no le preocupa el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos?
En realidad prefiero mantenerme al margen de cualquier consideración política como presidenta del Banco Europeo de Inversiones...
De acuerdo. Una política clave en Bruselas y en Europa es la competitividad. Y permítame sacar este tema en relación con un viejo conocido de las ambiciones políticas de la UE, con una larga vida útil, y es la unión de los mercados de capitales. Hace unos días, el Consejo y el Parlamento han acordado una revisión de las normas sobre infraestructuras de mercado. ¿Confía en que pueda concluirse este año?
Esta es un área en la que he estado trabajando, durante muchos años. Tengo una larga experiencia en regulación financiera. Y la unión de los mercados de capitales era una de nuestras principales prioridades hace ya 15 o 10 años. Así que espero de verdad que en el próximo mandato podamos contar con un marco jurídico actualizado a este respecto. Pero mientras tanto, como presidente del Grupo del Banco Europeo de Inversiones, ya he puesto en marcha una serie de líneas de trabajo en la Cámara para ver cómo podemos ser pioneros de algunos de los instrumentos financieros que pueden formar los cimientos de esta unión real de los mercados de capitales.
Una cosa más que he mencionado antes, usted acaba de empezar su mandato aquí en el BEI en Luxemburgo. ¿Dónde quiere que esté Europa dentro de seis años?
Bueno, es una pregunta muy difícil de responder porque quién sabe lo que puede pasar en los próximos seis años. Basta con echar la vista atrás y pensar en lo que hemos pasado con la pandemia, la guerra, la inflación. Espero de verdad que, en el futuro, seamos capaces de responder de manera eficaz a los retos que seguramente se nos presentarán. Espero que hayamos restablecido la paz en nuestras fronteras y que podamos, ya saben, mirando hacia atrás, pensar que éste fue sólo un breve periodo en el que tanta guerra y destrucción rodearon a la Unión. Y espero que veamos también una economía y una sociedad fuertemente unidas, más profundas y más integradas dentro de nuestra Unión Europea y, por supuesto: prosperidad, bienestar, felicidad para nuestros hijos y nietos.