El lunes se entregaron 19.000 litros de combustible en el hospital Al-Shifa. Una entrega que se demoró debido a los pertinentes trámites en el puesto de control de a la zona establecido por las autoridades israelíes.
PUBLICIDADLa OMS y sus asociados completaron el lunes 22 de enero una misión de alto riesgo para reabastecer de combustible al Hospital Al-Shifa, en el norte de Gaza. Una zona en la que cientos de miles de personas siguen sin recibir ayuda. Los pocos hospitales que quedan en la Franja de Gaza se encuentran en una situación cada vez más complicada, ya que las hostilidades impiden, a menudo, el de pacientes y suministros. Así, para atender a los ciudadanos, el personal sanitario se las arregla con poco descanso y escaso material.
La misión de la OMS se llevó a cabo junto con la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, el Departamento de Seguridad de las Naciones Unidas y Médicos Sin Fronteras. La anterior misión humanitaria en el norte de Gaza se completó el 12 de enero. En esta ocasión, el lunes se entregaron 19.000 litros de combustible en el hospital Al-Shifa. Una entrega que se demoró debido a los pertinentes trámites en el puesto de control de a la zona establecido por las autoridades israelíes.
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Entretanto, António Guterres, secretario general de la ONU, en una reunión de alto nivel del Consejo del organismo internacional sobre Gaza, afirmó que "ninguna operación de ayuda humanitaria puede resultar eficaz en las condiciones que se han impuesto a los palestinos en Gaza, y a quienes hacen todo lo posible para ayudarles". Además, Guterres señaló que era "fantasioso pensar que 2,2 millones de personas puedan sobrevivir solamente con ayuda", añadiendo que "los productos básicos del sector privado deben entrar en cantidades significativas, como lo hicieron durante muchos años antes de los combates actuales", ya que esto es "esencial para hacer frente a las crecientes necesidades y evitar tanto un colapso total como un número cada vez mayor de muertes".
Además, el secretario general de la ONU instó a todas las partes a "dar un paso atrás y considerar el horrendo coste humano de un conflicto regional". Así, señaló que "el rechazo claro y reiterado de la semana pasada a la solución de los dos Estados en los más altos niveles del Gobierno de Israel es inaceptable", y añadió que "este rechazo, y la negación del derecho a la condición de Estado al pueblo palestino, prolongaría indefinidamente un conflicto que se ha convertido en una grave amenaza para la paz y la seguridad mundiales", y "exacerbaría la polarización y envalentonaría a los extremistas en todas partes".