La ley de libertad sexual conocida como "sólo sí es sí" entró en vigor el 7 de octubre del año pasado; pero dos meses después, diciembre se convertía en el mes con más mujeres víctimas mortales desde 2015.
PUBLICIDADMás de 200 agresores sexuales han visto rebajadas sus penas en España y 18 han sido excarcelados antes de los previsto tras la entrada en vigor de la polémica ley del ‘solo sí es sí’ el pasado siete de octubre.
A pesar de las peticiones por parte de la oposición para que el Gobierno modifique la ley, el Ministerio de Igualdad ha rechazado esta posibilidad y ha decidido, en su lugar, poner a disposición de las víctimas de violencia sexual afectadas por las rebajas y las excarcelaciones las conocidas como pulseras contra el maltrato.
El ministerio ya ha comenzado a aplicar las pulseras telemáticas a agresores sexuales después de que el Gobierno español haya ordenado ampliar el uso del dispositivo.
Hasta ahora estas pulseras solo estaban disponibles para víctimas de violencia de género, esto se reducía exclusivamente a agresiones dentro de la pareja.
Así lo anunciaba esta semana la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, durante la presentación de la Estrategia Estatal para combatir las violencias machistas 2022-2025.
En esta misma rueda de prensa, la delegada del Gobierno explicó que las víctimas pueden tener las pulseras disponibles “en 24 horas” una vez hubiese “orden judicial”.
La fiscal de sala de violencia, Teresa Peramato, mandó un oficio a todas las fiscalías a finales de diciembre para que estuviesen al tanto.
Primeras pulseras instaladas
El pasado 17 de enero, Rosell afirmó que no habían recibido ninguna petición judicial para instalar estas pulseras. Sin embargo, este miércoles, aseguraba que las primeras pulseras “ya habían sido instaladas”, aunque no podía especificar el número exacto, ni en qué territorios, para proteger a las víctimas.
Sobre la implantación de esta medida de control, Rosell ha aclarado que, salvo casos excepcionales, las condenas por delitos sexuales van acompañadas de medidas de alejamiento que deben durar entre 1 y 10 años más que la pena de prisión y que la pulsera telemática sería una medida de control para este periodo.
Es decir, se trata de una herramienta de control para una pena ya impuesta y que se instala tras la solicitud por orden judicial.
Rosell ha señalado que el objetivo de esta medida es que los agresores excarcelados tras la revisión tengan un "control telemático" durante ese periodo de alejamiento. Además, la delegada del Gobierno en materia de Violencia de Género ha señalado que esta medida "incide positivamente en la situación de seguridad" de la mujer, tanto subjetivamente como objetivamente.
Sobre las críticas hacia la nueva ley del 'solo sí es sí', Rosell ha vuelto a defender su aplicación. Ha asegurado que, a pesar de que ahora es un momento difícil, ya que puede haber un "desajuste", en un futuro la normativa logrará que las mujeres se sientan "más seguras que antes".
¿Cómo funcionan las pulseras telemáticas?
Los dispositivos de control telemático permiten controlar que se cumplan las medidas y penas de alejamiento a la víctima. El sistema informa sobre el incumplimiento de estas medidas, así como de las posibles incidencias en el funcionamiento de estos dispositivos.
Lo tienen que llevar tanto las víctimas como el agresor. Son capaces de geolocalizar a ambos y enviar una alerta si el agresor se saltase el perímetro definido por el juez.
El agresor lleva un pequeño brazalete, bien en el tobillo en la muñeca, que emite una señal de radiofrecuencia. La víctima cuenta con el mismo sistema, pero dispone de una antena de radiofrecuencia con un alcande de hasta 500 metros capaz de detectar el brazalete de su agresor.
Diciembre: el mes más negro en cuanto a violencia de género
El ministerio de Igualdad también ha hecho balance de los datos de violencia machista en 2022. Según la delegada, esta es la segunda cifra más baja desde que hay registros, solo igualada en 2016 y 2020.
Sin embargo, el pasado mes de diciembre fue especialmente duro, ya que saltó a la prensa por ser el mes más negro desde 2015 en términos de violencia de género. 13 mujeres morían asesinadas por sus parejas o exparejas en tan solo 28 días.
En al menos seis casos existían denuncias previas.
Esto provocó que el ministerio de Igualdad reuniese por primera vez a su comité de crisis que pedía a la sociedad y a las instituciones que estén "alerta", puesto que la experiencia demuestra que en vacaciones o festivos se acumula un mayor número de crímenes machistas.