Varios años de investigación, un plano elaborado por un monje franciscano y la confirmación de un georradar han sido las herramientas clave para identificar la ubicación exacta de la primera tumba de Cristóbal Colón.
PUBLICIDADVarios años de investigación, un plano elaborado por un monje franciscano y la confirmación de un georradar han sido las herramientas clave para identificar la ubicación exacta de la primera tumba de Cristóbal Colón en la ciudad española de Valladolid.
"Imprimí un plano de una fotografía aérea actual, con un plano del siglo XIX, y lo puse a la misma escala y a contraluz de mi ventana. Fue entonces cuando vi que la capilla ocupaba más o menos todo el ancho de la calle Constitución", explica el historiador Marcial Castro.
En efecto, los resultados de las investigaciones de Castro, adelantadas el miércoles y presentadas este jueves en su totalidad en el Museo Naval de Madrid, han demostrado que la primera tumba del navegante estaría situada en una arteria comercial del centro de Valladolid. Dos tercios de la capilla estarían en la calle y el resto debajo de donde hoy se encuentra un banco.
"Para mi sorpresa, no sólo hemos podido averiguar la zona sino que también hemos localizado la capilla. No ha sido fácil pero ha sido muy bonito", dijo Castro.
La investigación surgió a raíz de otra investigación de Castro, que en 2005 identificó genéticamente los restos del descubridor. Al abrir la tumba encontraron también restos de hilo de oro, plata, carbón, plomo, ladrillo y argamasa, y les pareció interesante descubrir la ubicación exacta de su primera tumba para ver si los restos estaban relacionados.
"Habría que hacer un estudio, pero el georradar marca la zona, es una certeza bastante alta. No parece haber otra posibilidad razonable", explicó el arquitecto Juan Luis Sanz, que ha dirigido el proyecto junto al historiador.
Colón murió en Valladolid en 1506, donde estuvo con la corte de Fernando el Católico. Fue enterrado en el convento de San Francisco de la ciudad, aunque posiblemente sin el conocimiento de los propietarios de la capilla. Los restos del descubridor viajarían años después a la Cartuja de Sevilla, de allí a República Dominicana y a La Habana, y luego de nuevo a Sevilla, a la Catedral, donde se encuentran en la actualidad.
Los investigadores han recreado el convento de San Francisco, ya desaparecido, y situado muy cerca de la Plaza Mayor de Valladolid.