Los peruanos están todavía digiriendo el resultado de la primera vuelta. Pocos esperaban el ascenso meteórico de Castillo, un profesor marxista que genera confianza en algunos frente a la clase política. Otros prefieren la mano dura de Fujimori antes de "convertirse en otra Venezuela".
PUBLICIDADEl próximo presidente de Perú se decantará entre el candidato de la extrema izquierda Pedro Castillo (Perú Libre) y la candidata ultraconservadora Keiko Fujimori (Fuerza Popular), en una segunda vuelta que se celebrará el 6 de junio.
Según el último reporte de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), con cerca del 83 % de actas procesadas, el líder sindicalista obtiene el 18,3 % de los votos, seguido de la excongresista que alcanza el 13,2 %.
Pero los peruanos están todavía digiriendo el resultado de la primera vuelta. Pocos esperaban el ascenso meteórico de Castillo, un profesor marxista que genera confianza en algunos frente a los políticos tradicionales.
"Se ve que es más confiable que los demás, a pesar de que todos los políticos pasados han hecho cosas malas, robaron, todo lo que hayan hecho, es el más confiable", defiende Pedro Chauca, residente del departamento de Áncash.
Mientras que Walter Benites, de 24 años, asegura la primera victoria de Castillo ha sido una sorpresa pero que su proyecto no es honesto.
"No me lo esperaba, es un resultado... son gente que la verdad pensé que no ganarían, como el que está en primer puesto ahorita. En fin, cada persona sabe, cada uno sabe el antepasado que ha tenido pero sin embargo siguen votando, siguen votando por esa gente nefasta"
El desecanto hacia la clase política peruana expuesto en las urnas ha dejado al votante de centro en una encrucijada. Tanto Castillo como Fujimori generan rechazo por sus posturas radicales.
"Lastimosamente nos sorprendió con lo de Castillo y estamos pues preocupados, pero a la vez también, viendo que realmente el país está dividido y que hay personas que también están cansadas de candidatos antiguos, que ya están cansados de promesas y promesas", explica Rumi Cahuana, una peruana de 39 años.
El marxismo de Pedro Castillo preocupa a los conservadores mientras que el recuerdo de Keiko Fujimori en la cárcel por lavado de dinero aún se mantiene fresco. Los ciudadanos tendrán que decidir cuál de ellos se convertirá en el presidente o presidenta de Perú.
Desde el distrito limeño de Los Olivos, la vecina Claudia, de 24 años, tachó de "lamentable" el eventual escenario de la segunda ronda y vinculó los resultados electorales a la "desinformación" de los peruanos que, según dice, "solamente se han enfocado en los candidatos más populares".
La joven, que la víspera no votó ni por la extrema izquierda ni por la derecha autoritaria, reconoció a Efe que Fujimori logró "una estrategia bien jugada" y colocó al país "entre la espada y la pared".
"No quisiera que gane Keiko...", itió, pero tras una breve pausa matizó: "Si tuviera que votar entre Keiko y Castillo, lamentablemente Keiko, tendría que ser así, no es algo que yo quisiera", agregó, resignada.