El sinvivir de Gaza. 1,8 millones de personas en apenas 320 kilómetros cuadrados. La mayoría son jóvenes, sin empleo y sin futuro. La emigración hacia la Europa prometida es para muchos su única salida.
PUBLICIDADPara muchos palestinos, la vida se reduce a una lucha cotidiana contra la pobreza y la guerra.
En la Franja de Gaza, con más 1,8 millones de personas en un territorio de apenas 360 kilómetros cuadrados, los jóvenes sueñan con un futuro mejor. Su esperanza es escapar del desempleo y de los confines de sus fronteras, pero sus padres y familiares apenas tienen medios.
"En estas circunstancias mi hijo me insiste, me pide que le ayude a emigrar a un país de la Unión Europea, como sus amigos. Yo me opongo a la idea pero, sinceramente, si tuviera la capacidad económica le daría el dinero que necesita para emigrar, podría tener un futuro porque aquí no lo hay", explica Isam Al Shawwa.
El paso de Rafah, en la frontera con Egipto, es el punto de partida de un viaje a la esperanza.
Es la ruta que inició Mustafá. Una decisión de la que tiempo después se arrepiente.
"Cuando a un hombre le dan un portazo en las narices, buscará cualquier otra puerta, incluso si es la del propio infierno. El viaje de la emigración es un viaje al infierno. Hasta que se llega al destino se afrontan multitud de dificultades. En mi caso, no conseguí llegar al punto de partida. Se lo digo por experiencia propia, salí y atravesé el Sinaí, una zona considerada como muy peligrosa, me quería morir", dice Mustafá Al Nabieh.
Algunos no viven para contarlo como el hijo de esta mujer, Om Wael Weshah, desaparecido desde que la embarcación de los traficantes naufragó en su travesía hacia la Europa prometida.
"La gente joven quiere irse, irse porque no se sienten seguros en su propio país. También van a morir, piensan que en Europa encontrarán la seguridad y la dignidad que buscan, pero ¿cuál es el problema? Pues que igual llegan o igual no" añade Om Wae.
Son las historias del sufrimiento, relatos que no van a impedir que muchos jóvenes palestinos sigan intentado huir de su tierra, una tierra sin futuro.