Manifestantes georgianos confían en mantener vivo el sueño de ingresar en la Unión Europea, mientras salen a la calle en Tiflis en su undécimo día consecutivo de protestas contra el partido gobernante Sueño Georgiano.
Decenas de miles de personas inundaron las calles de la capital georgiana para manifestarse contra la decisión del partido gobernante, Sueño Georgiano, de suspender durante cuatro años las conversaciones de adhesión con la UE. La concentración tuvo lugar frente al edificio del Parlamento en Tiflis.
La Policía georgiana utilizó cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes y sofocar los disturbios. También se desplegaron unidades antidisturbios para disolver las concentraciones. Los manifestantes afirman que muchos de sus compañeros fueron golpeados con porras.
La Policía georgiana recurre a una mayor violencia contra los periodistas
También se organizó otra manifestación para denunciar la violencia contra los periodistas que cubrían las concentraciones. El domingo, varios centenares de trabajadores de los medios de comunicación desfilaron por la céntrica avenida Rustaveli de Tiflis, con carteles en los que aparecían las fotos de sus colegas agredidos en el ejercicio de su profesión.
"Golpean a nuestros colegas, están heridos, algunos permanecen en el hospital en estado grave", afirma Ekaterine Mishveladze, presentadora de la emisora independiente georgiana 'TV Pirveli'.
En las manifestaciones del sábado por la noche, la reportera Maka Chikhladze y su compañero de 'TV Pirveli' fueron blanco de una turba violenta, que intentó intimidarlas para que guardaran silencio. Según Chikhladze, su compañero grabó a unos hombres vestidos de negro que se unieron a las manifestaciones para atacar a los manifestantes.
El grupo, al darse cuenta de que les habían grabado, se volvió hacia Chikhladze y la empujó violentamente al suelo. Su compañero también fue agredido, sufrió una herida en la cabeza y le robaron la cámara y el equipo, según Chikhladze.
¿Por qué protestan los georgianos?
El partido gobernante, Sueño Georgiano, retuvo el control del Parlamento en unas disputadas elecciones parlamentarias celebradas el 26 de octubre, que se consideraron un referéndum sobre las aspiraciones de Georgia a la UE.
La oposición acusó al partido gobernante de amañar los comicios con la ayuda de la vecina Rusia para mantener en el poder a lo que denominan el partido "amigo de Moscú". Pero las protestas iniciales contra las elecciones adquirieron una nueva dimensión y se extendieron más allá de la capital, Tiflis, tras la decisión del partido Sueño Georgiano el pasado jueves de suspender las conversaciones de adhesión a la UE hasta al menos 2028.
La decisión de suspender las conversaciones de adhesión respondía a una resolución del Parlamento Europeo que criticaba las elecciones por no ser libres ni justas. En ella se decía que las elecciones representaban otra manifestación del continuo retroceso democrático de Georgia "del que es plenamente responsable el partido gobernante Sueño Georgiano".
Tiflis solicitó formalmente la adhesión a la UE en marzo de 2022, tras la invasión rusa de Ucrania. Se les concedió el estatus de candidato a la UE en diciembre del año siguiente, una decisión que fue acogida con satisfacción por muchos georgianos que lo celebraron en las calles de Tiflis. Los manifestantes afirman que seguirán manifestándose contra lo que llaman una "injusticia", el tiempo que haga falta, hasta que se cumplan sus demandas.