El nuevo museo, que forma parte del ambicioso complejo cultural Grande Brera, abrió sus puertas al público el sábado 7 de diciembre.
Tras cinco décadas de planificación y retrasos, Milán inaugura una nueva gran institución dedicada al arte moderno y contemporáneo, informa 'The Art Newspaper'. El Palazzo Citterio, un elegante edificio del siglo XVIII situado a tiro de piedra de la célebre Pinacoteca di Brera, abrió oficialmente sus puertas el 7 de diciembre, coincidiendo con la festividad de la patrona de Milán.
La inauguración marca la culminación del largamente esperado proyecto "Grande Brera", una iniciativa cultural diseñada para unir el Palazzo Citterio, la Pinacoteca di Brera y la Biblioteca Braidense bajo un mismo paraguas. Este nuevo complejo pretende situar a Milán como uno de los principales destinos culturales, uniéndose a Florencia y Roma en número de visitantes y éxito financiero.
El objetivo es "crear un gran complejo museístico en Milán siguiendo el modelo de Florencia y Roma en cuanto a número de visitantes e ingresos", declaró Angelo Crespi, director de la Pinacoteca di Brera, en una entrevista concedida a 'The Art Newspaper'. Crespi señaló el éxito de la Galería de los Uffizi de Florencia, que generó 63 millones de euros de ingresos en 2023, y del Coliseo de Roma, que rozó los 100 millones. En cambio, la Pinacoteca di Brera sólo ingresó 5 millones de euros en el mismo periodo.
Como parte de la ampliación del centro cultural, el Palacio Citterio exhibirá una variada colección de más de 200 obras de arte moderno y contemporáneo, que complementará los fondos clásicos de la Pinacoteca di Brera. Entre las obras más destacadas se encuentran 'Cabeza de toro' (1942) de Pablo Picasso, un bodegón de 1919 de Giorgio Morandi, 'Disturbios en la galería' (1910) de Umberto Boccioni, y 'La Fiumana' (1898) de Pellizza da Volpedo, un estudio para su icónico 'El cuarto estado' (1901). La colección también incluirá obras de Amedeo Modigliani y Georges Braque.
La colección principal del museo procede de importantes donaciones de las familias Jesi y Vitali en las décadas de 1970 y 1980. Sin embargo, Crespi reveló que el Museo de Brera se sigue construyendo sobre esta base, con adquisiciones recientes que incluyen dos nuevas pinturas de Morandi donadas por la familia Vitali y obras adicionales de Mario Schifano y Arturo Martini que se están adquiriendo actualmente.
De cara al futuro, Crespi predice que la apertura del Citterio impulsará significativamente el número de visitantes al distrito de Brera, con una previsión de 50.000 visitantes adicionales el próximo año. En 2023, la Pinacoteca de Brera atrajo a unos 500.000 visitantes.
En otro acontecimiento emocionante para el complejo, 'La Última Cena' (1495-98) de Leonardo da Vinci, que actualmente se encuentra a dos kilómetros de Brera, ha sido trasladada a la Pinacoteca como parte de una reorganización cultural nacional. Crespi cree que esta prestigiosa incorporación podría impulsar los ingresos anuales del complejo hasta los 10 millones de euros y atraer a 1,5 millones de visitantes.
Los planes para el Palacio Citterio se remontan a 1972, cuando el Gobierno italiano adquirió el edificio a propuesta de Franco Russoli, entonces director de la Pinacoteca. Aunque un ambicioso plan de renovación del arquitecto británico James Stirling en la década de 1980 se retrasó y finalmente se abandonó debido a su prematura muerte, en 2018 se completó una renovación de 23 millones de euros. Sin embargo, esa renovación se enfrentó a problemas de humedad y se consideró insuficiente.
Anticipándose a la apertura del Citterio, Crespi presentó en septiembre un nuevo logotipo para el complejo Grande Brera. El distintivo diseño octogonal será utilizado por varias instituciones culturales del Palacio de Brera, como el Observatorio Astronómico de Brera, los jardines botánicos, la Academia de Ciencias y Letras del Instituto Lombardo, la Academia de Brera y el Archivio Storico Ricordi.
Reflexionando sobre los recientes cambios en el sector museístico italiano, Crespi atribuyó gran parte de la mayor estabilidad financiera de instituciones como Brera a las reformas introducidas en 2014 por Dario schini, entonces ministro de Cultura del país. "La reforma de schini (...) ha permitido a los Uffizi convertirse en uno de los museos más importantes del mundo, no solo por su colección, sino también por sus ingresos y número de visitantes", dijo Crespi. "Muchos solían quejarse de que [todos] los museos italianos eran incapaces de generar [colectivamente] tantos ingresos como el Louvre. Hoy los museos italianos generan ingresos importantes".
Con su esperada apertura, el Museo del Palazzo Citterio está llamado a convertirse en una pieza clave del creciente sector del turismo cultural italiano, atrayendo a amantes del arte de todo el mundo al histórico barrio milanés de Brera.