Necesaria para algunos, discriminatoria para otros, la denominada "ley de protección infantil" de Hungría ha sido objeto de una audiencia en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Sea cual sea, el fallo podría determinar aún más la ya tensa relación entre Hungría y sus socios comunitarios.
l texto legal restringe el de menores a libros, películas y productos culturales que "promuevan o retraten la desviación de la identidad respecto al sexo de nacimiento, la reasignación de género o la homosexualidad". También limita la educación sexual en escuelas, y solo instructores aprobados por el gobierno pueden enseñar la materia. El ejecutivo húngaro afirma que busca proteger a los niños de pedofilia y “contenido amoral”.
El primer ministro Viktor Orbán ha dicho reiteradamente que "sólo los padres pueden decidir sobre la educación sexual de sus hijos". Dos años después de su aprobación, libros con referencias LGBTQ fueron eliminados de librerías o sólo pueden mostrarse envueltos en plástico. La Comisión Europea inició en 2022 un procedimiento de infracción. 16 países comunitarios y el Parlamento Europeo ayudaron a llevar el caso ante el Tribunal de Justicia de la UE.
Los críticos afirman que la ley se suma al tejido jurídico homo y transfóbico construido por Viktor Orbán y su partido Fidesz tras más de una década en el poder. Leyes anteriores adoptadas en 2020 habían prohibido a parejas del mismo sexo adoptar niños y eliminado el reconocimiento legal de personas transgénero.
La comunidad LGBTQ húngara dice sentirse señalada y habla abiertamente del miedo que les causa la ley.
El escultor Gideon Horváth vive y trabaja en Budapest. Utiliza principalmente cerámica y cera de abeja para evocar la dualidad ambivalente de la naturaleza humana, en una exploración plástica de identidades queer. Una de sus obras fue víctima de la controvertida ley, afirma. Fue expuesta por primera vez en un espacio cultural al aire libre. Pero cuando más tarde se exhibió en un museo nacional, catálogo y descripción oficiales eliminaron toda mención a su significado artístico queer.
"No tuve más remedio que aceptar esa censura porque de lo contrario no me hubieran permitido exponer", explica el artista. "Y tienes que elegir tus batallas de forma inteligente. La censura funciona de tal manera que casi nunca es una alta autoridad la que viene y dice que no se puede hacer eso. Son principalmente los trabajadores culturales y los artistas los que se autocensuran".
Cuatro oficinas gubernamentales, el partido gobernante Fidesz y una asociación civil progubernamental rechazaron nuestras solicitudes de entrevista. En su combate legal contra la ley, la Comisión Europea citó violaciones del Artículo 2 del Tratado de la Unión y sus principios sobre valores de dignidad humana, derechos fundamentales, protección, igualdad y solidaridad.
Este planteamiento es una señal clara de la trascendencia del caso y su sentencia final, afirma Eszter Polgári, experta en jurisprudencia de Derechos Humanos europeos. "La ley viola nuestro derecho a la libertad de expresión. También es una especie de violación de la libertad de asociación. Probablemente la (violación) más importante desde una perspectiva humana es el derecho de los niños a tener a información objetiva, científicamente probada y correcta. Porque ahora se les priva de la posibilidad de recibir información en un entorno organizado, por ejemplo, en las escuelas. Y dependerán de Internet, que no es la fuente de información más fiable cuando se trata de sexualidad y orientación sexual e identidad de género", explica la abogada.
La Comisión Europea ha recomendado que los fondos de la UE para Hungría sigan congelados por violaciones de principios del Estado de Derecho. Habrá que esperar meses hasta la sentencia final del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.